sábado, 10 de octubre de 2009

Cortesía de Javier.

Mi hijo me ha enseñado la importancia de ser acertivo.
Nos dirigimos al lugar donde estaba el juguete que por semanas había esperado. Era su cumpleaños y yo debía cumplir la promesa de comprárselo.
Llegamos al sitio y encontramos una amplia variedad de ellos. Paquetes con más o menos accesorios, cajillas con elementos adicionales, ofertas al dos por uno, tonalidades y texturas diferentes, en fin.
Mi hijo se dirigió al empaque mas pequeño, donde se encontraba el juguetillo solitario. Lo tomó, me miró y me dijo: - Quiero este -.
Yo comenzé a mostrarle los demás, la diferencia en precio era relativamente pequeña y las aparentes ventajas ofrecidas me parecieron importantes de tomar en cuenta.
Le mostré la caja que por unas monedas mas tenía mayor número de elementos, la que cambiaba de color, la del 2 x 1 y todas las demás.
Mi niño las miró con poca atención, volteó su carita para verme y me dijo:- Este es el único que necesito -.
Nos fuimos caminando de la mano, mientras yo pensaba lo favorable que sería saber con claridad lo que realmente se quiere y lo que no.

1 comentario:

  1. ¡Qué maravilla Ara! Me ha emocionado el aplomo de tu niñito... qué guapo...
    Besos para ti y para el cumpleañero!

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