domingo, 19 de julio de 2009

La otra duda.

Aunque a mi gurú le enoje, quiero escribir acerca de la última película que he visto.

"La duda" (Doubt) protagonizada por mi adoradísima Meryl Streep, Amy Adams y Philip Seymur Hoffman.

A mi parecer la película es oscura y tediosa. Lo único que me mantuvo quieta en la sala fue el respeto que me merece la actuación de Meryl Streep y la esperanza de que en cualquier momento la trama cobrara mayor misterio.

Desde el inicio del filme se plantea la duda de saber si el inusual interés de un sacerdote católico por un niño de características físicas distintas al resto, responde a su vocación de pastor y a su obligación moral de apoyar al mas frágil, o bien, si su dedicación obedece a complacer alguna intención totalmente reprobable.

Pese a que el pastor es un personaje bonachon y carismático (características imprescindibles en un abusador), desde el inicio de la trama se puede estar seguro de que el sujeto es culpable.

Una Meryl Streep imponente, disciplinaria e inamovible se ve quebrantada al final, cuando sufre al dudar de su fe en la iglesia católica y en quienes forman parte de ella.

La escena que más me impacto fué en la que el sacerdote entra en la oficina de la madre superiora (Meryl Streep) y sin mas ni mas se sienta en la silla del escritorio de ella, mostrando su autoconcepto de superioridad.

Rescaté de la película la siguiente frase, dicha en un sermón por el pederasta padre "

La película me hizo el favor de recordarme el porqué hace muchos años no voy a misa, ni siquiera en ocasión de bodas, pese a que con la asistencia se tenga asegurado el arroz con mole poblano.




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