La vida es así, como sus mares.
Clara, serena, majestuosa, consecuente, brillante,
oscura, violenta, impaciente, agobiante.
Admiro sus mares,
les temo también.
Disfruto mirar con deleite y entrar con cautela,
aunque a veces, cuando mirar no es suficiente,
la mar relaja, o revuelca tu vela.
Vida y mar son la misma cosa,
hay que ir con tiento, lo se.
Vida y muerte, amo y odio
lo que nunca imaginé.
Si esto es cierto
y son lo mismo,
mar, yo te respeto,
por tu eterno ambivalismo.
domingo, 19 de julio de 2009
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